Curiosidades de la patata

Las primeras patatas datan de hace aproximadamente 8000 años, encontradas en un pueblo al sur de Lima, Perú. La patata o papa, como comúnmente se llama allí, sigue siendo uno de los alimentos más consumidos en el país andino, donde se cultivan cientos de variedades. Los incas comían las patatas con piel, sin pelar, ya que creían que si se pelaba, la patata lloraba. Además, medían el tiempo en base a lo que tardaba en cocinarse una patata.

Fue entonces cuando España conquistó el Imperio Inca, y trajo el tubérculo a Europa hacia el año 1550. Pero no lo trajeron como alimento, sino como una curiosidad botánica. Tardó más de 2 siglos en convertirse en un producto de consumo habitual e importante, ya que la forma de la patata no gustaba: lo veían como un bulto feo. Lo que comenzó siendo como un alimento de pobres, terminó siendo un alimento clave para superar grandes hambrunas de la época.

De hecho, en países como Francia, Italia o Rusia apenas se consumía y era un producto repudiado, ya que la gente no se fiaba de un alimento que crecía bajo tierra. En Prusia (antiguo y desaparecido reino alemán), el rey Federico el Grande forzó a sus súbditos a comerla, bajo amenaza de amputar la nariz y las orejas a quien se negase por pensar que estaba envenenada.

Napoleón Bonaparte, que conquistó media Europa, alimentaba a su amplio ejercito con toneladas de patatas. El tubérculo era su principal abastecimiento.

Pero fue, sin duda, Irlanda el primer país europeo en aceptar la patata como alimento, ya que el cultivo de la misma soportaba perfectamente el duro clima frío irlandés. Sin embargo, a finales del siglo XIX, un hongo infectó grandes cultivos de patatas, provocando la llamada “Gran Hambruna Irlandesa”, que dejó al país con aproximadamente un cuarto menos de población, además de llevar a muchos irlandeses, casi un millón, a emigrar hacia América.